spanakopita


Aproveché la mañana del sábado para ir al mercado. Todavía no había gente por ser muy temprano. Estaba todo recién puesto, fresco, ordenado, como me gusta a mí. Y la paz de ver y elegir sin distracciones alrededor.
Durante la semana había encontrado las berenjenas que buscaba para esa tan famosa receta armenia que quería presentarles, pero así como llegaron nos tentamos y las preparé para mi hija y para mí, que somos adictas a esa maravilla púrpura, y sin poder sacar una sola foto...¡desaparecieron! (Hablando de fotos, prometo mejorarlas, y debo, si quiero seguir en esto. Pero parece que no estoy sola en esta tarea, según pude saber por medio de una blogera inglesa que me contactó. Es lo que en este oficio le saca el sueño a más de uno. Sí, oficio, aunque no parezca, o yo no me haya dado cuenta antes de embarcarme en tener este blog. Esto de postear lleva su tarea....pero  ¡es tan bueno cuando finalmente sale!)
Es paradójico, pero en la estación más fría, cuando no hay ni una hoja en los árboles y todo está gris; cuando el pasto se pone marrón después de la helada y el paisaje completo empalidece, encontramos las verduras de hoja más verdes: acelgas y espinacas están en su mejor momento. Como un presagio de cambio, augurando su retirada y la llegada de una estación más benévola, con todo el colorido primaveral de las hortalizas y frutas. Como si en las hojas verdes la naturaleza nos hiciera una promesa de esperanza. Y si hay esperanza hay expectativa, y si hay expectativa, como mínimo hay posibilidad, una chance de cambio. Como en la vida misma. Tal vez como me siento hoy. Eso hace ver las cosas mejor. O a sentirlas mejor. La promesa en el verde de estas hojas.
Me decidí por las espinacas, crocantes y tiernas, y como no puedo con el genio, también traje un brócoli perfecto para otro post.


Spanakopita (Tarta de espinacas griega)

En griego, tarta de espinacas. Tradicionalmente se hace con espinacas, cebolla o echalotes, queso feta y huevo; con masa phillo, finita, crocante, deliciosa. A mi abuela, la que vino de Grecia, le gustaba ponerle pasas de uva morenas y piñones. Y semillas de amapola sobre la cubierta.
La masa phillo perfecta se puede comprar, o se puede hacer una versión casera, que lleva un poco de tiempo y dedicación, pero que si uno está con ganas, vale la pena. También sirve la masa de hojaldre comprada, pero la hace parecer más a una "pascualina",  o pueden practicar la masa de la tarta de zucchinis, que es casera y  muy buena para esta preparación ....y da menos trabajo. La receta debajo es con masa phillo casera, pero el relleno va bien con cualquiera de las masas mencionadas



RECETA
Porciones 15 rectángulos (fuente 20cm  x 30cm)

Ingredientes
Para la masa phillo casera:
600gr harina común 0000
200 ml aceite de oliva
200 ml agua

Para el armado de la masa:
200ml de ghee  (manteca clarificada)

Para el relleno:
1 1/2 cebolla picada finamente
1 diente de ajo picado, desvenado
800 gr espinaca fresca
2 huevos
1 1/2 cucharadas sopera de crema de leche
2 cucharadas soperas de queso parmesano rallado
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 cucharadita de té de azúcar
1 cucharadita de té de comino molido
1/2 cucharadita de té de nuez moscada rallada
2 cucharadas soperas de pasas de uva morenas
2 cucharadas soperas de piñones
sal/ pimienta negra molida a gusto
1 cucharada sopera de semillas de amapola para decorar



Instrucciones

Masa:
  1.  Poner en un bols los 600 gr de harina común 0000
  2. Hacer un hueco en el  centro de la harina y verter los 200 ml  de aceite y los 200 ml agua
  3. Con la mano desde el centro hacia afuera trabajar la masa en círculos y juntar todos los ingredientes amasando hasta lograr un bollo homogéneo. Notarán que el bols queda limpio y el bollo perfecto 
  4. Tapar la masa con un lienzo limpio y llevar aproximadamente veinte minutos a la heladera




Relleno:
  1. Lavar la espinaca debajo del chorro de agua para quitar toda la posible suciedad y secar
  2. Cortar los cabos
  3. Blanquear la espinaca de la siguiente manera: en una cacerola hervir agua y apagar el fuego. Sumergir las espinacas y retirar con espumadera, volocándolas en un colador para drenar el agua. Una vez tibias, escurrir 
  4. Pelar 1 1/2 cebolla y picar finamente
  5. Quitar la piel de 1 diente de ajo, cortarlo a la mitad, sacar la vena (color verde) y picar finamente
  6. En una cacerola colocar las dos cucharadas de aceite de oliva y calentar. Echar las cebollas y el ajo picados, añadir la cucharadita de té de azúcar y rehogarlos con espumadera de madera hasta que queden transparentes.
  7. Incorporar las espinacas escurridas y cortadas y mezclar, cocinando apenas.  
  8. Añadir la sal y moler la pimienta a gusto
  9. Añadir las especias ( nuez moscada rallada, comino molido), las pasas morenas y los piñones.
  10. Mezclar bien y retirar del fuego
  11. En un bols grande colocar la preparación de las espinacas y una vez tibio, añadir los 2 huevos, la 1 1/2 cucharadas sopera de crema de leche y las 2 cucharadas de queso parmesano rallado y mezclar hasta incorporar todos los ingredientes 

Armado:

  1. Sacar de la heladera la masa y sobre  la mesada enharinada cortar en 9 (nueve) porciones, sólo una de ellas apenas más grande
  2. Enmantecar una asadera de 20cm por 30cm 
  3. Comenzar a estirar la masa con la ayuda de un palote hasta que quede lo más finita posible. Si la mesada es de granito o mármol, la masa debería quedar translúcida, casi viéndose la mesada a través de ella
  4. Cortar en rectángulo la primera capa, que será el fondo de la preparación, de modo que sobresalga la masa por los bordes
  5. Pintar con ghee o manteca clarificada. El éxito de la masa depende de la cantidad de ghee utilizado entre capas. A más ghee mejor queda la masa. Con 200 ml se logra una masa razonable, sin abusar de la manteca, pero si se desea se puede utilizar más cantidad
  6. Cortar las 4 próximas capas, estiradas del mismo modo que la primera,  del tamaño de la asadera (20 x 30)
  7. Intercalar capas de masa y ghee hasta completar las 4 capas
  8. Colocar el relleno, esparciéndolo uniformemente
  9. Intercalar las 4 capas de masa estirada restantes con el ghee, de la misma forma que las anteriores
  10. Tomar el borde inferior con la última capa, cerrando la preparación, a modo de repulgue rústico
  11. Pintar con el ghee restante y espolvorear la cucharada de semillas de amapola por encima
  12. Marcar las porciones con un buen cuchillo
  13. Llevar a un horno precalentado a 180 C, cocinar por 30 a 35 minutos, cuidando que la primer capa de masa no se arrebate. 




¿Cómo arrancaron la semana?... Que los días por venir les auguren esperanza, paz y mucha felicidad!!







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